El nombre del Creador
En esta publicación, quiero hablar de un tema que tanto genera confusión. Cuando nos dirigimos al Creador del cielo y de la tierra, normalmente usamos el término Dios. Y eso está bien, es una palabra genérica que tiene validez y traducción con el mismo significado en todos los idiomas, o al menos, en la mayoría. Siempre se refiere a una entidad suprema, ilimitada y trascendente que da origen a todo.
Principalmente se tiene esa idea de Dios cuando hay una influencia judeocristiana. El problema es que dentro de esos judeocristianos, a veces salta uno diciendo "pero Dios tiene nombre, y es...". En ese momento, comienzan a decir un montón de blasfemias* como que se llama "Jehová", y otros dicen que es "Yahveh".
Vamos a dejar en claro ese tema antes de avanzar en otra temática espiritual. Porque si se va a leer ese nombre, por ejemplo en la Biblia, no va a ser tan beneficioso el efecto que las escrituras tienen.
Se dice que el término "Jehová" o "Jehovah" proviene de un extraño origen en la expresión "Yo soy" del arameo antiguo. ¿Pero de dónde sacan eso? Citan el versículo bíblico "Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros." Éxodo 3:14. Cuando Moisés habla con el Creador en el Monte Sinaí, le pregunta cuál es su nombre, o cómo decirle al pueblo judío (que en ese entonces era esclavo de Egipto) que Dios lo envía. Podían pensar que era un ídolo, así que tenía que decir su nombre. Así que Dios, desde la zarza ardiente, le dijo que era el YO SOY, el GRAN YO SOY. Aquel que siempre fue y seguirá siendo. Nunca le dijo que se llamaba Jehova, eso es un nombre que se agregó a las escrituras posteriormente.
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¿Y de dónde viene ese otro nombre? Aquel nombre, no es ni más ni menos que el nombre de un demonio. Ni siquiera se llama Jehova, el nombre original es YHWH, el mismo pentagrama que los satánicos utilizan como supuesta protección y que también les funciona en sus rituales. Si alguien necesita una protección, lo recomendable es utilizar una medalla de San Benito o nada mejor que pedir la sangre de Cristo.
El nombre YHWH es el de un demonio que probablemente proviene de los fenicios y que en verdad se entromete en la idolatría que desde siglos practicó el pueblo israelita, entre ellos los sacerdotes levitas. Por lo que no es de extrañar que se pueda encontrar esa palabra en libros antiguos. El dominicano Raimundo Martini inventó la traducción de YHWH a "Iehova", "Jehova" y "Jehovah". También se usa la abreviatura JAH, muy propia de los rastafaris y que origina la palabra aleluya (halleluJAH, que significa "alabanzas a JAH". Así que hay que tener mucho cuidado con esas palabras que se presentan en el Antiguo Testamento de la Biblia en diferentes versiones. Por suerte, hay otras versiones que usan la palabra "Señor" para referirse a Dios, como es el caso de la Biblia del Oso, la versión Torres Amat o la Reina Valera 1602 purificada. El único detalle, es que en estas versiones también se menciona al demonio yhwh cuando dicen dios de los ejércitos, o sabbaoth. En las lecturas, no se debe decir "de los ejércitos" porque no estarían hablando al único y verdadero dios.
Es curioso que en todo el Nuevo Testamento no se mencione a ese demonio. Al menos Jesús, el Cristo, lo llamaba Abba que en arameo es Padre. Cuando él llegó a decir Yo soy (lo cual muchos consideraron como pecado entre los judíos), en la versión hebrea dice "Ehyeh". Jamás dice Jehova. Porque muchos quieren decir que el nombre de ese demonio es un derivado de Ehyeh. Eso se llama blasfemia. Hasta el día de hoy, ningún antropólogo, teólogo o estudioso de cualquier tipo, ha podido relacionar esos dos nombres. Pero como quieren quedarse con la idea de que solo el método científico les va a dar la verdad, entonces no pueden avanzar o comprender este asunto. Esto no es algo científico, es espiritual. Así que su forma de estudiarlo es muy diferente.
Entonces que quede claro que yhwh es lo mismo que Jehovah, JAH, Yahowah y todas las formas en que se pueda deformar esa palabra que en hebreo no tenía vocales (por ser un idioma con alfabeto abyad). Pero ese nombre es un demonio que adoraban los judíos.
El Maestro Jesús jamás aceptó ese nombre. Por eso, cuando los apóstoles escribieron el Nuevo Testamento inspirados por el Espíritu Santo, en las citas que hacen a libros antiguos, escriben "Señor" donde los sacerdotes judíos levitas decían el nombre del demonio y que en realidad debía ir la palabra "Dios" o "Señor". No voy a decir que se iba a escribir "Padre", porque el primero que nos enseñó a llamar así al Creador fue su hijo Jesús. Cuando hacen mención de versículos de los profetas, usan la palabra "kyrios", porque el actual testamento se escribió en griego, y esa palabra, reitero, significa "Señor".
Jesús nos enseñó que al orar, hay que decir "Padre nuestro que estás en el cielo". No dijo otro tipo de nombre, aunque podríamos alabarlos y decirle "Amado Padre que moras en las alturas de los cielos sobre las huestes celestiales". Aclaro que las huestes celestiales son los ángeles de los cielos (existen 3), a diferencia de los ángeles de la oscuridad, los demonios, que se les dice legiones.
Así que hay que tener mucha precaución cuando queremos mencionar a los ángeles del cielo y al mismo creador. Sobre Jesús igual se ha querido desvirtuar su imagen, pero eso es tema de otra publicación.
Cabe aclarar, que los luciféricos (autoproclamados hiperbóreos) dicen que yhwh sí es un demonio (hasta ahí vamos bien) pero dicen que ese demonio es el dios del Viejo Testamento, y ahí ya se equivocan. Que los judíos y la iglesia católica hayan usado ese nombre, no significa que realmente se refiera a Dios. Quieren confundir diciendo que el Dios de Jesús es uno, y el del Viejo Testamento es otro. Son el mismo Dios, y es un Dios eterno que no cambia. No pueden venir a contar cuentos y decir que en los tiempos del Viejo Testamento era un dios malvado y que en los tiempos de Jesús, era un dios de amor. De esa falsa doctrina quieren decir que son dos dioses diferentes. Se equivocan. El dios de Abraham, Isaac, Moisés, los profetas, Jesús y los apóstoles, es el mismo dios.
Pero hay que leer con el corazón abierto a que se refiere cada historia para luego no decir que Dios es malo, como piensan los luciféricos.
Es importante que, cuando vayan a leer la Biblia, pidan a Dios que los asista el Espíritu Santo para ser llenos de sabiduría, comprensión y discernimiento. Así podrán ver con mayor claridad porque, siendo sinceros, es un libro complejo, difícil de entender y de darle seguimiento a la lectura cuando no existe el hábito, además de que está lleno de parábolas y un lenguaje poético que puede confundir. Por eso hay que solicitar ese apoyo para entender mejor. Y el otro aspecto para la lectura bíblica, es evitar leer el nombre de ese demonio. Ya que, lo más seguro es que el tetragramatón (yhwh) sea el mismo demonio Baal/Moloc. Por eso quiere perturbar y confundir las mentes con otros nombres, y no hay nada mejor que recurrir a uno de los más poderosos amuletos satánicos, que crea confusión incluso a los investigadores de este tema que no van realmente en el camino de Cristo, sino que estudian el asunto sin una preparación espiritual. Tal vez alguno logre descifrar este acertijo siendo laico, pero no tendrían una protección divina. Recuerden que los que erran son los humanos, pero Dios nunca. Fue el hombre (el judío, en este caso) que se alejó del verdadero dios para seguir ídolos.
Hay que tener en cuenta que no es necesario usar nombres en otros idiomas para parecer más espiritual. Muchos quieren usar el nombre de ese demonio para sentirse más cerca de Dios, pero esa cercanía se siente en el corazón. Por ese se debe evitar la vanidad de usar términos en arameo, griego, latín, etc. Es innecesario. Evitemos esos nombres porque nadie debe ser hallado con los nombres de demonios en la boca. Si en este post se mencionó, fue con el fin de aclarar que no tienen nada que ver con lo celestial, mas son palabras que no deben pertenecer a nuestro vocabulario.
Hay que tener en cuenta que no es necesario usar nombres en otros idiomas para parecer más espiritual. Muchos quieren usar el nombre de ese demonio para sentirse más cerca de Dios, pero esa cercanía se siente en el corazón. Por ese se debe evitar la vanidad de usar términos en arameo, griego, latín, etc. Es innecesario. Evitemos esos nombres porque nadie debe ser hallado con los nombres de demonios en la boca. Si en este post se mencionó, fue con el fin de aclarar que no tienen nada que ver con lo celestial, mas son palabras que no deben pertenecer a nuestro vocabulario.
*Expresión injuriosa que se dice en contra de la Divinidad. Ofensa hacia lo religioso.
Muy bien dicho, gracias por la aportación. Es cierto que las escrituras bíblicas han sido manipuladas, pero nadie se atreve a decirlo. Felicidades.
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